La de Nataliya es la historia de muchos jóvenes de su generación. Sobradamente preparada, pero sin el empleo para el que tanto había estudiado. Su formación y dominio de varios idiomas no le abrían las puertas al trabajo soñado hasta que «Rescatadores de talento» se cruzó en su camino y le cambió la vida.

Su oportunidad llegó casi por casualidad. Navegando por la red, el nombre de un programa llamó su atención. Se sentía poco valorada en un empleo que  define como precario y la promesa de que rescatasen su talento le pareció el salvavidas que estaba buscando. Su escepticismo inicial no impidió que se registrara en el programa y solicitara el recurso del mentoring aunque una duda le acompañó durante todo el proceso de inscripción: «¿Qué me puede aportar un mentor si llevo años luchando sola y nunca he tenido éxito laboral?».

Días después, recibió una llamada que reescribió su futuro. La Fundación Princesa de Girona le anunciaba que un mentor le ayudaría a mejorar su empleabilidad. Después de leer el manual del mentoring donde se dejaba claro que «el mentor no te va a buscar un trabajo», Nataliya fue a la primera sesión con pocas expectativas y mucho escepticismo: «¿para qué necesito un mentor si no es para encontrar empleo? ¿Para que me haga terapia y diga que salga de mi zona de confort?». Se equivocaba.

Hoy Nataliya ya no busca trabajo sino clientes para su propia agencia de guión. Gracias a los consejos de su mentor, se convirtió en una auténtica profesional. «Mi mentor me hizo una formación acelerada de cómo llevar un negocio: desde la búsqueda de clientes hasta la preparación de un presupuesto pasando por la presentación de una propuesta creativa», explica esta joven que asegura que el programa y su mentor le han cambiado la vida. De su mentor –Claudio- dice que es «puro altruismo y generosidad». Dos características que definen a los profesionales que participan de forma desinteresada en el programa con un solo objetivo: ayudar a los jóvenes a encontrar su verdadero camino en el mundo profesional.

Sigue los pasos de Nataliya e inscríbete en «Rescatadores de talento», mucho más que un programa de mejora de la empleabilidad de los jóvenes.